martes, 25 de octubre de 2011

Tercer Entrada

Ya han pasado varios días desde que mi padre se quedó sin trabajo y no ha podido conseguir otro. Hemos estado sobreviviendo con una gran escases de alimentos, con lo mínimo para cada día. Han sido días muy difíciles para todos nosotros.

Ayer por la tarde, mi madre me informó que abandonaríamos nuestro hogar para mudarnos a un departamento más pequeño ubicado en el zócalo de la ciudad. En un principio no estaba de acuerdo con esta decisión, pues en este lugar había vivido toda mi vida y le tenía  un gran cariño. Pero por otra parte, desde la ausencia de mi hermano este  ya era un lugar muy grande para nosotros y las rentas subían mes con mes. Por lo cual ya era imposible seguir en esta casa.

Ya entrada la noche, mientras recogíamos nuestras pertenencias y recordábamos viejos momentos, una noticia captó  nuestra atención. Se anunciaba por el televisor un informe a nivel nacional. Se mencionaba que se iban a implementar medidas más drásticas para combatir la inseguridad en México.

En primer lugar se mencionaba, que cualquier persona que transitara por las calles después de las diez de la noche, seria encerrada o asesinada, si así lo requería la situación.  Otro punto importante establecía que cualquier forma de oposición o de interferencia, en las decisiones del Estado seria perseguido y asesinado.

Por su parte el presidente de la nación, aconsejado por los Estados Unidos. Ha decidido tomarse unas vacaciones y su lugar ha quedado provisionalmente a manos del ejército norteamericano.

Los principales centros culturales de la ciudad, han sido cerrados así como: escuelas, museos y teatros. El país está en un completo caos y parece solo cuestión de tiempo para qué estallé una nueva guerra.

martes, 18 de octubre de 2011

Segunda Entrada

Hoy desperté, a las 11de la mañana. Era comprensible, pues era domingo y había tenido una semana muy pesada. Me levanté de mi cama  y me dirigí a la cocina para ir en  busca de alimento.

Al llegar ahí mis padres ya se encontraban despiertos  Mire sus rostros y note que algo no andaba mal. Se podía sentir un ambiente de preocupación por toda la casa.

Me acerque a mi madre y le pregunté, que qué era lo que estaba sucediendo. Ella me explico que mi papá, que  trabajaba como guardia de seguridad en un banco, desde hace más de 17 años, había sido despedido el día de ayer. No le dijeron el porque, y no le dieron ni un centavo por tantos años de servicio prestados a es banco.

 Mi papá no de esas personas de las que ahorran, y cada quincena que recibía su sueldo, salíamos los tres al centro comercial y gastábamos en todo lo que se podía. Eso sin contar la enorme adicción que tiene mi padre por el alcohol y por algunas otras bebidas.

La situación era crítica; debido a que mi padre era el único que aportaba dinero a la casa. Mi mamá tomo la decisión de hablarle por teléfono a mi hermano, que hace varios años atrás había emigrado a los Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades.

Mi hermano estaba muy apenado por la situación, y lamentaba el no poder ayudarnos. Ya que tenia poco de haber nacido su segundo hijo, y no tenia dinero.

Las tarjetas de crédito estaban al tope y el señor de la tienda que era amigo de la familia (o, eso creíamos), no quiso prestarnos nada de su negocio. Lo único que había en la cocina eran unas sopas instantáneas de  camarón (Maruchan),  y una soda. Esto fue lo único que comí en este día.



domingo, 9 de octubre de 2011

Primera entrada

Hace unos días, se anunció en los medios de comunicación, que el crimen organizado estaba traspasando nuestras fronteras, y empezaba a preocupar a los Estados Unidos. Era tiempo de tomar cartas en el asunto.

Como parte de la estrategia se planteó que Estados unidos se hiciera cargo de toda la seguridad en México, al cual este último accedió. Se enviaron cientos de soldados americanos a México y se distribuyeron por todo el país, principalmente en la capital.

Las calles se han llenado de soldados y se han aprobado nuevas leyes, las cuales aún
no se han revelado.

Ayer, mientras realizaba mi tarea para la escuela, decidí estirarme un poco y mirar por la ventana. Afuera, Había un indigente sentado en la banqueta, parecía no hacerle daño a nadie, después de un par de minutos dos soldados norteamericanos se acercaron a él, lo observaron fijamente y se empezaron a burlar.

Al indigente parecía no importarle y no tomaba en cuanta a los soldados, lo cual los molesto mucho y uno de ellos lo golpeo en el rostro, el indígena se levantó y escupió al soldado.  Sin pensarlo dos veces, el soldado levantó su arma, enfocó a su víctima, y le disparo en un par de ocasiones en la cabeza, el cuerpo del indigente cayo sin vida en el pavimento, y los soldados se retiraron como si nada hubiera pasado. Yo me quede, muerto del miedo y se lo conté a mi familia.

Decidimos que lo mejor era guardar silencio, y tratar de no salir a las calles a no ser que fuera muy necesario; por lo menos hasta que las cosas mejoren un poco.

Las personas más importantes, y ricas del país han empezado a emigrar del mismo. Nadie sabe cuáles son las verdaderas intenciones de Estados Unidos.