Ya han pasado varios días desde que mi padre se quedó sin trabajo y no ha podido conseguir otro. Hemos estado sobreviviendo con una gran escases de alimentos, con lo mínimo para cada día. Han sido días muy difíciles para todos nosotros.
Ayer por la tarde, mi madre me informó que abandonaríamos nuestro hogar para mudarnos a un departamento más pequeño ubicado en el zócalo de la ciudad. En un principio no estaba de acuerdo con esta decisión, pues en este lugar había vivido toda mi vida y le tenía un gran cariño. Pero por otra parte, desde la ausencia de mi hermano este ya era un lugar muy grande para nosotros y las rentas subían mes con mes. Por lo cual ya era imposible seguir en esta casa.
Ya entrada la noche, mientras recogíamos nuestras pertenencias y recordábamos viejos momentos, una noticia captó nuestra atención. Se anunciaba por el televisor un informe a nivel nacional. Se mencionaba que se iban a implementar medidas más drásticas para combatir la inseguridad en México.
En primer lugar se mencionaba, que cualquier persona que transitara por las calles después de las diez de la noche, seria encerrada o asesinada, si así lo requería la situación. Otro punto importante establecía que cualquier forma de oposición o de interferencia, en las decisiones del Estado seria perseguido y asesinado.
Por su parte el presidente de la nación, aconsejado por los Estados Unidos. Ha decidido tomarse unas vacaciones y su lugar ha quedado provisionalmente a manos del ejército norteamericano.
Los principales centros culturales de la ciudad, han sido cerrados así como: escuelas, museos y teatros. El país está en un completo caos y parece solo cuestión de tiempo para qué estallé una nueva guerra.